Una de las principales dudas que se presentan cuando se quiere renovar la pintura de una vivienda, es el color o tonos a emplear en las paredes de las mismas.
Cambios en los estilos de decoración
Podemos decir que la decoración es una cuestión de gustos y modas, y estos cambian con el tiempo. Si hace 10 años estaba de moda emplear varios colores en la pintura de una vivienda, en los últimos años se ha impuesto una decoración más nórdica y sobria que apuesta por dejar todas las paredes en blanco o blancos rotos.
Gustos personales
Como hemos indicado, más allá de las modas existen los gustos de las personas que son lo que van a determinar cómo una persona se encuentra más cómodo y a gusto en su vivienda, y que en gran medida determinará finalmente que tipo de pintura utilizar.
Características de la vivienda
Pero además de estas 2 variables podemos encontrar una tercera, que le debemos prestar también mucha atención y es la que se determina en función las características de la vivienda.
Dentro de este punto, nos referimos principalmente a estas características que tiene cada vivienda:
- Tamaño: Respecto a este punto podemos decir que el color empleado influye directamente en la percepción visual del espacio disponible. Cuanto más oscuro sea un color más cercano nos parece, mientras que cuanto más oscuro más lejano. Es por ello que en viviendas pequeñas se recomienda el uso de tonos claros o blancos, mientras que en espacios grandes podemos jugar con la profundidad y emplear en ciertas paredes tonos oscuros para resaltar espacios o crear diferentes sensaciones-
- Luz disponible. La luz es uno de los valores principales de una vivienda, por ello se debe cuidar la forma en que interactuamos con ella para potenciar esta característica. La luz se dispersa mejor cuando refleja en tonos blancos, mientras que los tonos oscuros atrapan la luz. Por ello en casa con poca luz se recomienda siempre emplear tonos claros o blancos. Por otra parte está el factor de tener luz directa o no. En caso de tener luz directa se recomienda emplear tonos fríos como los azules o verdes, mientras que la luz no accede de forma directa en la vivienda se recomienda emplear tonos cálidos como los amarillos o rojos.
- Estancias. Cada estancia o habitación de una vivienda tiene un uso distinto. Mientras que los salones, comedores o cocinas son lugares más de ocio y disfrute, las habitaciones son espacios más de relajación, concentración o trabajo. Por ello para las primeras estancias se recomienda emplear tonos más vivos y calidad, mientras que para las segundas se recomienda emplear tonos fríos o relajantes.