Pero no existe un solo tipo de color blanco para pintar. El color blanco sin ningún tipo de tono añadido se denomina blanco puro. Se trata del adecuado si queremos usarlo en con muebles modernos y elementos de acero y cristal. Además si la vivienda recibe sol directo esto dará de por si una calidez a las estancias por lo que podemos optar por este tipo de blanco puro.
Por contra estancias donde no se recibe la luz directa del sol, o donde se utiliza una iluminación muy fría como en cocinas, es mejor optar por añadir algo de calidez a ese blanco para que no parezca la estancia demasiado fría.
En estos casos podemos usar una variedad de blancos entre los que podemos destacar los siguientes tipos de blanco.
- Blanco hueso / roto. Es un blanco que tiene matices amarillos. Se trata de un blanco que no satura ni carga el espacio, siendo bastante luminoso y calido, pero que le da cierta presencia, dando un toque de decoración. Se trata de un tono que combina bien con colores suaves como los pasteles y cuando la decoración de una vivienda ya tiene suficiente protagonismo.
- Blanco perla / seda. Es un blanco degradado ciertos matices grisáceos claros. Se trata de un tono sofisticado y neutro, que destaca todo lo que se encuentre en su interior dando dinamismo al espacio. Es más frío que el anterior.
- Blanco crema. Este blanco ya tiene una proporción de color más elevada que los anteriores. Se inspira en la crema de leche, con un matiz beige. Aportan una sensación de calma y calidez perfecto para las estancias donde se quiere conseguir una mayor efecto relajante.
- Blanco antiguo / tiza. Tiene matices amarillos, grisáceos y marrones. Es un tono o dos más oscuro que el crema, se asemeja a la tonalidad que va adquiriendo un libro con el paso del tiempo. Se trata de un color perfecto cuando se quiere
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