En ángulos entrantes:
- Ráspelas con el
rascador triangular.
- Guarnezca en ambos
lados del ángulo por medio de un producto de relleno o de un enlucido si la
grieta es muy fina.
- Corte una tira de
calicó igual al ángulo que se ha de rellenar.
- Pliegue la tira en dos
partes, en el sentido de su longitud, marcando bien el pliegue entre la uña del
pulgar y del dedo índice.
- Aplique la tira
plegada en el fondo del ángulo, apoyando únicamente en una de las dos partes plegadas; para ello, deslice la punta de los dedos entre las dos partes de la
plegadura, mientras que sus uñas la hacen penetrar en el fondo del ángulo.
- Cuando la primera parte de la plegadura ya está aplicada,
proceda igualmente con la segunda.
- Seguidamente, pase una espátula de pintor como en una grieta
sencilla, pero en dos veces; una
para cada parte del ángulo.
- En cada pasada, como en
el caso de una grieta sencilla, bloquee la punta de la banda con otro cuchillo
u objeto similar.
Angulos salientes:
Antiguamente se
reforzaban los ángulos clavando en sus aristas una moldura semiredonda de
3/4. Si su decoración es moderna y no se presta a este sistema, existen unas
bandas muy adecuadas, no tejidas, con doble filamento metálico.
Veamos cómo se pueden
realizar:
- Cubra profusamente el ángulo con el producto de relleno o por
enlucido.
- Pliegue la banda (metal hacia dentro).
- Aplique en el ángulo,
- Proceda a su guarnecido y terminación como se ha indicado
para los restantes grietas.